Escalando

"Me casé con un enano, salerito,
por hartarme de reír.
Le puse la cama en alto, salerito,
y no podía subir"

Tengo cama nueva. Dicen que las camas hay que cambiarlas cada diez años y la nuestra (de tu abuelo y mía) ya tenía algunos mas. Así que una tarde nos fuimos a la tienda de colchones. Se ve que efectivamente la nuestra tenía muchos años porque la primera sorpresa fue la cantidad de clases de colchones que hay ahora. Que si de muelles, que si de látex, que si viscolatex......Tu abuelo se negó a probrarlos así que ahí tenias a tu abuela tumbándose de colchón en colchón. Es una situación muy ridícula. Tu tumbada en la cama y el vendedor dándote explicaciones: " Dese la vuelta para que note como se adapta al cuerpo" "¿usted como duerme, boca arriba de lado o boca abajo?¿ suda mucho? ¿ronca?" (que te dan ganas de decirle "¿y a usted que le importa?") "No - continúa el vendedor - es porque según su forma de dormir le puedo aconsejar una almohada u otra porque...bla...bla..bla" .

Al final el abuelo, que no había dicho ni palabra ni se había tumbado en ninguno de los cien mil colchones, fue el que decidió porque tu abuela, la verdad, estaba tan cansada de intentar notar las diferencias entre todos ellos que lo único que tenía decidido era no cambiar de cama.

Y ¡por fin! hoy, hemos estrenado la nueva cama. No sabría describírtela. Es muy grande. De repente todos los muebles de la habitación se han quedado como enanos. Las mesillas que nos regalaron tus bisabuelos cuando cometimos matrimonio y que, en aquel momento, eran altísimas se han quedado como el precio de las viviendas, alrededor de un 40% mas bajas. Hasta ayer tenía que alzarme un poco para ver la hora iluminada del despertador, ahora tengo que taparlo porque me da directamente en los ojos.
El cabecero hemos tenido que colgarlo 25 cm. mas arriba porque , si no, entre la altura del colchón+canapé+colchoneta y los cuadrantes y almohadas se quedaba el pobre como si estuviera atemorizado, o sea, que se intuía pero no se veía. Temo que los angelitos que nuestros sueños velan desde las esquinitas van a protestar porque ahora es mucha cama que velar. Sobre todo si tenemos en cuenta que el tamaño de la representación de la Virgen que hay sobre el cabecero se ha quedado también como que ni se ve; con tamaña cama y el cabecero tan alto la pobre se ha quedado casi a la altura del techo y, claro, desde abajo ni se la distingue. Seguro que los angelitos montan una protesta sindical y exigen ser mas de cuatro para proteger nuestra nueva cama.

Lo peor ha sido cuando me he tenido que levantar. Se me había olvidado la altura. Mis pies no llegaban al suelo. Por un momento creí que la cama estaba flotando en el aire y que era una pesadilla.
No se si dormir con casco protector o poner una barandilla como las que os ponen a los bebés en las cunas porque creo que, si alguna vez me caigo, me voy a romper la cabeza.

Lo que si es seguro es que tu y tus futuros hermanos/primos nunca vais a saltar encima de esta cama. Eso está bien porque nos ahorraremos ambos una pelea. Todos los niños queréis saltar en las camas y todas la abuelas os regañamos por hacerlo. Aunque, bien pensado, ¿que sería una casa de la abuela sin poder saltar encima de su cama y de sus sofás? . Te doy una idea, puedes subirte si utilizas el suplemento que tienes en el cuarto de baño para llegar al lavabo. Pero que conste que yo no te lo he dicho, esto es un secreto entre tu y yo.

http://www.tu.tv/videos/la-broma-del-vendedor-de-camas