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27/12/13

TODA UNA VIDA



Los abuelos están de aniversario. 38 años hace que cometieron matrimonio. No sé si cuando seáis mayores esto de matrimonio existirá siquiera ¡cambian tanto las costumbres!.
Hoy quiero contaros una novela de amor, tipo culebrón. 
La abuela tenía 12 años cuando conoció al abuelo. Era el hermano mayor de su amiga del alma. Mientras la abuela jugaba a las muñecas con su amiga el abuelo ya celebraba guateques en casa de los bisabuelos. Así que, en ese momento, cuando a la abuela le empezó a gustar el abuelo, este no la hacía ni caso. Es mas, la trataba como lo que era: una niña.
Pero la abuela creció, y llegó un momento en el que (cosas de Cupido) el abuelo empezó a mirarla, ya no como una niña, sino como una mujer. Y surgió el amor.
Tampoco creáis que éramos mayores. Cuando nos casamos él tenia 24 años y la abuela 19. Unos niños realmente.
Pasaron muchas cosas, el abuelo era marino mercante con lo que pasaban mucho tiempo separados. Pero la abuela sabía con quién se había casado y no dejaba de hacer cosas: terminar sus estudios, hacer oposiciones, cuidar a vuestros padres.....
Hubo rachas malas como cuando el abuelo se dedicó a la política. La abuela no estaba de acuerdo pero respetó su decisión. Igual que el abuelo respetó siempre las decisiones de la abuela.
Pero hubo muchos ratos buenos como cuando nacieron vuestros padres, los viajes, la vida diaria en casa, los éxitos académicos de vuestros padres, verles crecer, las Navidades en casa, y muchos, muchos días de compartir amigos, salidas, noches.....tantas y tantas cosas y sueños conseguidos . Vuestros padres se fueron haciendo mayores y los abuelos también.
Ha habido también muchos dolores compartidos:la muerte de los bisabuelos, los fracasos de uno y otro, la enfermedad (hoy superada) del abuelo, las distancias, los disgustos........
El abuelo y la abuela no se parecen en nada, ni siquiera comparten aficiones. Pero comparten un cariño de hace ya....casi que me pierdo en el tiempo.
Un día, hace ya 38 años, se comprometieron. Declararon que estarían juntos hasta que la muerte les separase, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad. 
Amar es mucho mas que pasión. La pasión se pasa con el tiempo. Lo importante es compartir la vida con alguien que te aporta cosas, que te respeta y que te deja tu espacio para hacer lo que te gusta y relacionarte con personas que puede incluso que a tu compañero/a le caigan mal o no tenga afinidad con ellas. Lo importante es querer. Lo importante es encontrar a esa persona con quién comprometerse no signifique dejar de ser tu.

 

25/12/13

¡Feliz Navidad!


Ha sido una Navidad rara. Esta mañana enterrábamos al padre del tío abuelo Chuso. Era una persona entrañable, de esas que se fabrican poco. La abuela le recuerda de toda la vida cariñoso, vital, de los que ahora llaman emprendedores, de los que en los tiempos de la abuela llamábamos comprometidos, de los que nunca se rendía. No se rindió cuando los negocios le fueron a medias, no se rindió cuando la vida le dio el palo de la enfermedad de su mujer, no se rindió nunca ni siquiera para sobrellevar la terrible enfermedad que le causó la muerte, ELA, soportando su dolencia con la mayor dignidad hasta el minuto final.

Esta mañana, en la misa de entierro, no cabía un alfiler en la iglesia. Todo el mundo le quería. Allí estaban sus hijos y sus nueras y sus yernos y sus nietos. Todos una piña, todos han estado con él hasta el final, respetando sus decisiones sobre su vida aunque les doliera, aunque pensaran que sufriría menos de otra forma, con otros tratamientos....Todos ellos dignos de admiración, le han cuidado, le han mimado hasta el último suspiro. Eso es familia.

Los nietos han leído al final de la misa una carta dedicada al abuelo. Todos nos hemos emocionado porque le describían como fue, como todos los demás (mucho mas viejos que sus nietos) le veíamos. Han descrito todo lo que el abuelo les ha legado: sus enseñanzas, su humor, su vitalidad......
¡Ojalá la abuela sea capaz de transmitiros tantas cosas como él a sus nietos!

Luego, mas tarde, hemos tenido nuestra cena de Nochebuena. Los villancicos, los regalos, los whatsapp de todos los amigos y familiares que andan lejos.

La Navidad no es nada sin compartirla con la familia. ¡Ojalá la vida nos brinde a nosotros muchas Navidades de alegría y de estar juntos! Pero también es un momento de recordar a todos lo que ya no están y que nos han dejado sus enseñanzas, sus valores y sus recuerdos entrañables. Ellos están con nosotros porque, y no lo olvidéis nunca, seguimos celebrando estos días porque nos transmitieron esta alegría y esta costumbre entrañable de celebrarla así, como ellos la celebraron con vuestros tatarabuelos, y nosotros con nuestros hijos y nuestros hijos (vuestros padres) con vosotros y vosotros (espero) la celebraréis con vuestros hijos y ellos con vuestros nietos. Porque el Niño Dios vuelve a nacer en nuestros corazones cada año para siempre.
¡Feliz Navidad, queridos nietos!

17/12/13

EN URGENCIAS

        Era el cumple del abuelo y ahí andábamos todos tan contentos celebrándolo. Le habíais ayudado a apagar las velas y le habíais cantado el "cumpleaños feliz". Le distéis su regalo y todos (mayores y pequeños) andábamos tan contentos comiendo tarta y haciendo fiestas al nuevo miembro de la familia que también se llama como el abuelo.
        Fue entonces cuando comentó que llevaba todo el día con una extraña opresión/dolor en el pecho. Lo dijo como el que no dice nada, así, como expresando que ya es un poquito viejo.
       Su hijo mayor, que es médico como sabéis, enseguida empezó a preguntarle cosas de médico: que si es cuando haces esfuerzos, que si es continuo, que si es......
       En ese momento se terminó la fiesta. El hijo médico determinó que, dada la edad del abuelo y sus condiciones, tenía que hacerse un electrocardiograma, ya, para evitar un susto mayor.
      Y dada la hora y que los abuelos no viven en vuestra ciudad había que ir directamente al servicio de urgencias de un hospital.
   
  
      Afortunadamente las pruebas del abuelo salieron requetebien y, en principio (eso dijeron los médicos que allí estaban) no parecía asunto de importancia peeero......tenía que quedarse unas horas en observación y repetir las pruebas cada 6 horas.
    Los abuelos, ya tranquilos por el diagnóstico inicial, se quedaron toda la noche en aquel hospital en el servicio de Urgencias.
   
     Queridos nietos, es en un lugar como ese donde, de verdad, te das cuenta de como la vida puede cambiar en un instante, de que fácil es morirse y de cuanta gente anónima intenta que eso no suceda y que, si tiene que suceder, sea de la forma mas digna y menos dolorosa posible.
   A lo largo de esas quince horas pasaron por allí muchas personas. 

     Hubo una abuelita como la bis, que se había caído y tenía rota la cadera. Todo el tiempo quería marcharse a su casa y la hija que la acompañaba contaba a la abuela que la casa de la que hablaba su madre era, en realidad, la de cuando la enferma era joven. Una casa que describía como "la de la playa, tengo que irme porque está esperándome mi novio". 

    Hubo también una mujer de mediana edad. A la abuela le llamó la atención que era muy guapa. Estaba sola y la tenían atada a la cama. Había intentado suicidarse. Al principio estaba muy enfadada porque la hubieran llevado allí. Luego con la medicación y las conversaciones con el médico psiquiatra se le fue pasando el enfado y terminó llorando porque, decía, no quiero vivir así, sola.

  A medianoche ingresaron a un señor que, relataba su acompañante, al volver de trabajar empezó a ver todo doble. Había sufrido un, afortunadamente, pequeño infarto cerebral. Era un empresario. En cuanto fue diagnosticado y estabilizado, mientras esperaba que le subieran a la planta de neuro, se dedicó a hacer mil llamadas por el móvil para organizar sus negocios dado que iba a estar ingresado por un tiempo. 

  Había enfermos que lloraban de dolor y otros que, ni siquiera, tenían ya fuerzas para poder llorar. Y, sobre todo, había un equipo de médicos y enfermeras que no dejaban de ir de un box a otro para paliar ese dolor y para organizar las pruebas médicas de cada enfermo, y de tomar decisiones. Con lo difícil que es tomar una decisión ellos tenían que tomarlas con premura: una placa para este, transfusión para el otro, que baje el cardiólogo, este enfermo directo a cirujía, 60 de no se qué al de la 3, gasometría a la de la 7....

  
Por fortuna lo del abuelo se quedó en el susto pero a la abuela esas 15 horas vividas en Urgencias le han servido para valorar a todos esos médicos y enfermeras que cada día pelean allí.

Y para saber como puede cambiar la vida en unos segundos.