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26/12/10

Otra vez Navidad

Otra vez Navidad. Para ti, Pablo, las segundas de tu vida, para Jorge las primeras. Hace mucho frío este año en Madrid y por eso no habéis salido mucho de casa. Además Jorge ha pillado su primer resfriado y eso que es muy pequeño y el pobre lo ha pasado mal. Entre los mocos, la fiebre y la cantidad de gases que tiene ha tenido un par de días muy fastidiados. Ya está bien afortunadamente. Y cuando está bueno la verdad es que ni se le oye. Es muy tranquilito y solamente come y duerme. Tu, en cambio, sigues sin dormir casi nada y nos agotas a todos. ¿De donde sacas tanta energía? ¡Es que no te cansas nunca!.

Este año ya te enteras un poco de las cosas y has cenado con los mayores el día de Nochebuena. Lo que mas te gustó, el caldo de pavo que hizo mamá. Pero lo que mas has disfrutado, como todos los niños, ha sido de los regalos del árbol.

Vuestros padres aleccionaron vivamente a Papa Nöel de que solamente se admitiría un regalo por familia, pero no le han convencido del todo. Porque ¿es por tronco familiar o por familia constituida? De momento Jorge y tu habéis recibido bastante mas que un regalo.

A Jorge le ha traído: ropa, varios muñecos que suenan y una caja de música.
A ti te ha traído: ropa, una equipación completa del Real Madrid con el nº 9 y tu nombre (para envidia de papá que nunca tuvo una original y que amenaza con ponérsela aunque le quede pequeña), un circuito de coches que desmontas permanentemente, un coche teledirigido que manejas a la perfección y una moto que anda sola y que también manejas a la perfección desde tres minutos después de probarla.

Lo de la moto no se si ha sido buena idea. No puedes utilizarla en casa y claro, no hay manera de bajarte de ella para volver del parque sin que montes un número de lloros, pataleta, etc, etc....
Y repites continuamente cuando estas en casa:" bruum,bruumm,moto" Así que Papa Nöel ha añadido un poquito mas de estres a tus ya estresados padres.

¡Y todavía no han llegado los reyes Magos!

2/12/10

El Metro


A la abuela le gusta el Metro. Porque es cómodo, porque es rápido, porque es barato pero, sobre todo, porque es divertido.

Casi todo el mundo corre. No se muy bien por qué, ya que el tren no va a llegar antes por mas que atropelles a los ancianos o cuasi ancianos en las escaleras mecánicas y en los pasillos. Pero debe ser que cuando uno baja las escaleras de entrada le entra una prisa tremenda por salir otra vez y, ¡hala!, ¡a correr!.

Cuando entras al tren ves gentes de todo tipo. La señora aspirante a megapija que viene del Teatro cubierta de visón, el estudiante enchufado al ipod, el ejecutivo que repasa sus documentos, la mamá pendiente del bebé, el turista despistado.....todo tipo de personas y personajes.

Muchos llevan un libro que van leyendo durante el trayecto. Dirán las estadísticas que en este país no se lee. Pues los cuatro que lo hacen es durante sus trayectos en el Metro. He visto leer desde un Tratado de la Edad Media en España hasta la última novela de Vargas Llosa.

De vez en cuando, en cualquier estación, entra un músico o un titiritero. Es sorprendente su cálculo del tiempo. Digo yo que si serán ingenieros o matemáticos porque entran, montan el chiringito correspondiente (equipo de música como si se tratara de un karaoke, estaribel para las marionetas u lo que corresponda) hacen su número, recogen, pasan la gorra y, en la siguiente estación, se bajan. Sorprendente, ya os digo.

También hay enamorados. Les hay adolescentes, derrochando amor, manchando de amor. Y, todo hay que decirlo, dando envidia al resto del personal. Ya llegaréis a ello. Eso espero, ¡es tan bonito el primer amor!. Otros son un poco mas maduritos imitando a los adolescentes. Cuando les veo no puedo dejar de pensar que son amores clandestinos. Es que no me cuadran dos cuarentones/cincuentones imitando a los adolescentes, pero alomejor me equivoco y es que soy una novelera o una antigua. Y luego están las parejas de ancianos que no derrochan tanto amor pero que, para la abuela, son el verdadero amor. Arrugados, patosos, pero compartiendo vida y asiento (cuando les dejan sentarse) en el metro. ¡Que bonito!. Estos si que son para envidiar.

Y así, observando, he llegado a mi estación de destino. Salgo del tren y comienzo a recorrer pasillos, subir escaleras.....al final creo que he caminado casi lo mismo que si hubiera ido andando.
Pero ha sido mucho mas entretenido.

Si, me gusta ir en Metro.







¡Como pasa el tiempo!


A lo tonto y a lo bobo, entre ir a veros y transitar por Madrid ya casi estamos en Navidad. Jorge va creciendo a pasos agigantados, come y duerme bien, que es lo que toca ahora, y dentro de nada estará jugando contigo. Tengo que decirte que le has recibido muy bien, le acaricias despacito y cuando alguién que no sea papá o mamá le coge en brazos te opones rotundamente al grito de: "es mío".

La Kika, por su parte, da la impresión de haberse dado por vencida y pasa olímpicamente de vosotros. Ella y tu empezais a jugar juntos ya en serio. Tu le tiras su juguete, ella te le deja coger otra vez...... ya no la tiras del pelo y es tu cómplice cuando no te gusta algo de la comida. Allí esta ella para comérselo de tu mano......

Hoy hemos puesto el árbol y el Belén. No se lo que durarán. Primero querías tirar el árbol, luego cada vez que poníamos un adorno tu lo quitabas.....y al buey del Portal de Belén le ha tenido que poner papá bien alto para que ni le veas porque te crees que es una de tus vaquitas de juguete. Has intentado ponerte las botas de Papá Nöel, has esparcido por la habitación todas las virutas que protegen durante todo el año a las figuras del Belén....Yo creo que no has captado de momento esto de la Navidad.

Pero está ya aquí. ¡Como pasa el tiempo!