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23/10/12

Historia de un nombre

La abuela ha hecho muchas cosas en su vida porque no sabe estarse quieta. En eso creo que algo habéis heredado en vuestros genes porque no paráis.
Una de ellas fue inventar y pertenecer a un grupo de música.

Ya sabéis la afición de la abuela por la música. La culpa la tuvo la bis que la obligó (digo bien porque, con 7 años, maldita la gracia que me hacía quedarme, después de que todos los niños salieran del cole, a darle al solfeo con la Madre Pilar). Cuando terminaba el curso tenía que ir a Madrid a examinarme en lo que ahora es el Teatro Real y que, entonces, era el Real Conservatorio de Música. Dormía en una residencia universitaria que, en esos tiempos, tenían mis monjas en Ayala 42, cerquita de lo que hoy es la sede de la Abogacía del Estado. 

Así durante 8 años....... Para mi desgracia (reconozco ahora) a los 15 años me negué en redondo a seguir quedándome por las tardes en el cole dándole al piano en vez de irme a casa y bajar por la Calle Real con mis amigas tonteando con los chicos, única oportunidad de hacerlo, porque entonces estaba prohibido salir con chicos antes de los 18 años o mas.....

Pero la música me gustaba, vaya que sí. Mi tía abuela Auca me llevaba a los conciertos de la Filarmónica (creo que se llamaba así) y tuve la oportunidad de escuchar, por ejemplo, a Andrés Segovia en el Teatro Las Sirenas que actualmente es un restaurante de hamburguesas. Que cosas, hoy voy con vosotros a comer hamburguesas en ese escenario donde, en otros tiempos, tocaba la guitarra Andrés Segovia. No sé si reírme o llorar......

También en verano me llevaba a la Semana de Música de Cámara cuyos conciertos se celebraban en escenarios como el Patio de Armas del Alcázar o la Catedral. Magníficos decorados para escuchar a Vivaldi o Haëndel. Y la abuela, que es muy peliculera, se quedaba casi mas con el decorado con música de fondo que con la música sobre un decorado de fondo. Todo tiene sus ventajas, de ahí me ha quedado un sentido de la estética que me sirve ahora para montar los vídeos familiares.

Como algo había que hacer en aquella Segovia pequeña y aburrida para cualquiera que tuviera 15 o 16 años, donde la única diversión era ir a los futbolines o morirse de frío en el atrio de San Martín o en Los Zuloagas comiendo pipas con la pandilla, entre varias amigas se nos ocurrió montar un grupo de música. Naturalmente éramos solo chicas por las razones que os he contado. Y nos pusimos de nombre "Tradición" porque lo que cantábamos eran canciones tradicionales, de las que nos habían enseñado las abuelas y las madres. Esas que os canto yo: Romance del Conde Olinos, La Cigüeña, Los Labradores.....

Nuestra presentación fue en mi colegio, en un concurso en cuyo jurado estaban los chicos de un grupo de "folk" segoviano ya entonces famoso (hasta tenía un disco grabado, cosa que era la pera en esos tiempos en los que no existía youtube ni facebook para hacerse conocer) y que se apelaba "Nuevo Mester de Juglaría". Todavía siguen cantando, que conste, y con bastante fortuna.

A raíz de aquel concurso varios chicos nos propusieron la idea de cantar juntos. Y a mí me gustó la idea. De las 7 componentes originales, entre las que estaban las tías Moña, Chiqui y Fonfa y otra amiga que se llamaba Sonsoles, solo quedamos tres: la abuela,Menena y Mary Paz . Los chicos eran José Luis, Chuchi y Rafa.

Gracias a que estaba de moda la canción folk por aquello de las reivindicaciones nacionalistas de las que derivaron las Autonomías y que existían la Semanas Culturales que auspiciaban las Delegaciones del Movimiento (suena horrible ¿verdad? pero no lo era tanto. Ya quisiéramos tenerlo ahora que la crisis ha terminado con todas las actividades culturales. Algún día os hablaré de eso) todos los fines de semana íbamos a cantar a algún pueblo/ciudad de la geografía española.

Y resultó que alguien patentó el nombre de "Tradición" con lo que, legalmente, no podíamos seguir presentándonos con ese título. A la abuela, que entonces estudiaba la historia del derecho, se le ocurrió que podíamos cambiar el nombre por una palabra del derecho musulmán que, en síntesis, significaba lo mismo: Hadit (o Hadith para los culturetas).  En árabe  حديث

Y así quedó. La abuela dejó el grupo para casarse con el abuelo pero el grupo siguió algún tiempo mas e incluso grabaron tres discos (cosa que ya os he contado que entonces era difícil), uno de ellos muy recomendable por su labor de investigación sobre canciones prohibidas por el Tribunal de la Inquisición.

Ahora, en este tiempo, la abuela se plantea si fue una buena idea el cambio de nombre. Viendo la movida que hay en Francia por unos chistes sobre los musulmanes ¿que habría pasado con Hadit, que cantaba romances como el del Rey Chico que perdió Granada?...Probablemente estaríamos todos en la lista negra de la Yihad....

Lástima de tiempos actuales en los que, en vez de estar unidos por la hadith/tradición, cada corpúsculo poblacional tira por lo suyo contra el resto.


http://youtu.be/91d1Q_cmpUk