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26/4/10

Fenómenos paranormales en el hogar

Cuando tu abuela era muy pequeña la chica (hoy empleada de hogar) que estaba en casa nos contaba un cuento terrorífico que aún hoy o tal vez más que ayer, me produce pesadillas y verdadera ansiedad. A mi y a todos mis hermanos. No te lo voy a contar nunca porque bastante miedo dan ya los cuentos clásicos como Pulgarcito o Caperucita Roja de los que temo no te librarás. En el primero un padre desalmado deja a sus hijos abandonados en el bosque y en el segundo un lobo se come a la abuela. Por muy obra literaria de Perrault o de Andersen o de los hermanos Grimm que sean, no entiendo que se les considere cuentos para niños. Pero es solo la opinión de tu abuela y por eso tampoco te los contaré nunca.

Naturalmente siempre que estábamos asustados la bis nos repetía que solo eran cuentos, que eso no era real y que en casa ni había sacamantecas, ni mi padre nos iba a abandonar en el Pinarillo o en Tejadilla, ni los lobos hablaban y comían abuelas, ni nada de nada.

Y yo la creía y me dormía tranquila. Pero con el tiempo descubrí tres fenómenos que se reproducen en todos los hogares y que a tu abuela le parecen obra de espíritus o, cuando menos, fenómenos paranormales.

El primero es la desaparición sistemática y durante toda la vida de los calcetines. Tu echas la pareja en el cesto de la ropa sucia, pones la lavadora y en el cesto no queda ninguna pieza. Pues cuando sacas la ropa y la tiendes para secar siempre falta alguno. Y miras en el filtro de la lavadora, y en el suelo por si se te ha caído. Y no. No esta. ¿Donde van los calcetines? ¿Será el Gato con Botas que los necesita y se los lleva? ¿O La Sirenita que ,como ahora tiene piernas, se le quedan los pies fríos? ¿Y por qué no se lleva los dos?

Todo lo contrario ocurre con las llaves. Las llaves se multiplican. Realmente solo usas un llavero con las de casa y, como mucho, otro con las del coche. Pues de repente un día abres un cajón y está lleno de manojos con tropecientas llaves que, además, ni coinciden con las de casa, ni con las del coche, ni con ninguna de las que utilizas habitualmente. Y empiezas a preguntar a los habitantes del hogar y ninguno sabe de quien ni de donde son esas llaves . Y piensas: " tengo que decir al de la canción que las llaves que busca no están en el fondo del mar. Están en el cajón del mueble de la entrada de mi casa".

El último fenómeno paranormal consiste en la automovilidad e invisibilidad de las tijeras. Nunca están donde las habías dejado y ,desde luego, nunca están en ninguna parte cuando las necesitas. No se si es el Sastrecillo Valiente para su negocio o el hada madrina de La Cenicienta quien , para tener a tiempo el vestido del baile, las coge. Que digo yo que podían dejarlas luego en su sitio.

No he conseguido explicarme racionalmente estas tres cosas a pesar de los años. Y no, no creo en los fenómenos paranormales. Pero haberlos, haylos.

7 comentarios:

R.M dijo...

Como me he reido leyendote!! Que razón tienes! Desde luego, haberlos, haylos.

Un beso

Gerardo dijo...

Lo suscribo de la A a la Z, especialmente lo de los calcetines. El secreto es tenerlos todos iguales.

Anónimo dijo...

jajajaja, lo que me he podido reir, sobre todo con lo de los calcetines, porque a mi tambien me pasa

Anónimo dijo...

Me alegra saber que lo de los calcetines no sólo pasa en mi casa. Lo otro también pasa, pero mi "efecto paranormal" se llama Julio

Anónimo dijo...

Pués la verdad que" la chica "era imaginativa, podría haberse dedicado ha escribir novelas de terror.

Anónimo dijo...

Qué bueeeeeeeeno !!!!me parto!!!!!Besos

laquiti dijo...

El que me daba miedo era una leyenda popular de Segovia de una niña que
iba a comprar una asadura (hígado), pierde el dinero y se la quita a un
cadaver y por la noche el fantasma se pone detras de su cama y le dice"dame
la asadura dura que me robaste de la sepultura" La niña: "hay madre mia quien
será" la madre de la niña"Déjalo hija que ya se irá" El fantasma: "que no me voy, que detras de la cama estoy" y se repetía todo este macabro diálogo... ... Ver más
hasta que el fantasma decía:"que no me voy, que agarrándote de los pelos estoy" y entonces quien contaba el cuento tiraba del pelo a uno de los escuchantes. ¿Es o no tétrico el cuentecito?. Mi madre debería haber despedido a la chacha solo por contarnos estas cosas, pero eran otros
tiempos jajajajaja.