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15/12/09

De mudanza

Estamos de mudanza. Es como hacer maletas pero a lo bestia. No solo tienes que decidir si te llevas este jersey o esta falda para unos días, no. Aquí lo que tienes que decidir es si este jersey o esta falda o este cuadro o esta mesa las dejas o no para siempre.
Para siempre.....vaya responsabilidad. Porque una cosa es que casi nunca uses un objeto y otra es que ya no puedas volverlo a utilizar nunca. Es que todas estos conceptos son para tu abuela demasiado absolutos.
Afortunadamente en esta tu mudanza solo estoy de mirona. No tengo que decidir nada. Y tu tampoco porque ya deciden por ti.
Pero hay que ver a tus padres. Estrés es una palabra muy suave para definir su estado.
Una vez decidido lo que se tira viene la segunda parte. Empaquetar y ordenar lo que te llevas. Y protegerlo contra golpes so pena de que, cuando llegue a su destino, tampoco podamos volver a utilizarlo nunca.
Un lío ya te digo. Y a todo esto solamente quedan dos días para que haya que meter todo en la furgoneta que lo llevará a su nuevo destino. Y andamos como si estuviéramos en época de racionamiento posguerra: Procurando no comprar en el super mas que lo imprescindible para no tener que tirar comida, procurando no manchar mucha ropa porque no dará tiempo a lavarla y plancharla...
Y toda la casa llena de cajas perfectamente etiquetadas: libros, zapatos, ropa, juguetes de Pablo, cosas varias...
A ti te han empaquetado con tu abuela y nos vamos pasado mañana a nuestro aire en AVE. Destino Madrid. Allí les esperamos. A ellos y a tus juguetes claro. Y creo que a un zapato mio que hace dos dias que no veo.

11/12/09

Y tu tan feliz.....

Estoy en un sin vivir con esta disposición que el Gobierno ha colado en el proyecto de Ley de Economía Sostenible (creo que se llama así). No se si llegarás a leer alguna vez estas reflexiones de tu abuela. Cualquier día el Gobierno de turno puede decidir que estoy violando la propiedad intelectual de alguien o determina (eso si, a través de una comisión ad hoc * /loc.latina; literalmente "para esto"/ ) que lo que dice tu abuela va contra la moral y las buenas costumbres, o que puede influir de manera determinante en la educación de un menor (tu), o que te puede crear síndromes raros debido a la predisposición natural de tu abuela a decir lo que piensa sin pensar en las consecuencias.
Y van y me cierran el blog.
Así que no se si hacer una copia clandestina en papel para por si acaso o grabar todo en un disco duro externo y esconderlo en el fondo del cajón de mi cómoda para que, en el caso de que el Gobierno me clasifique como terrorista literaria, al menos te llegue una copia (libre de derechos de autor por supuesto) de todo lo que te estoy contando.
Tu, sin embargo, creces ajeno a todo este ir y venir que tenemos últimamente en este país. Me tienes agotada. Como eres listo ya sabes que las abuelas estamos para consentir a los nietos y en cuanto me ves aparecer, aunque estés sentado jugando con el peluche de turno en el parquecito tan entretenido, inmediatamente te tiras de espalda y empiezas a gritar como si te estuvieran matando para que te saque de allí y te ponga de pié o te coja en brazos (depende del momento cansancio que toque).
Todos los días salimos de paseo por Barcelona. Te portas bien y sonríes a todo el que se te acerca. Tenemos suerte porque este invierno en Barcelona no parece invierno. Estamos disfrutando de la ciudad. Vamos desde tu casa hasta la Rambla o hasta la Plaza de Cataluña y a la vuelta paramos en Crustó, una de las tantísimas panaderías que hay aquí, a comprar el pan y algunas golosinas que les encantan a tus padres para merendar. Otros días nos vamos a hacer la compra al Mercado del Ninot. ¡Como le gustan a tu abuela los Mercados de Barcelona!. Es una gozada como preparan el pescado y como te envuelven los filetes, cada uno en su cobertura de plástico, perfectamente ordenados.....la calidad de las verduras y frutas; una gozada, ya te digo.
Eres un bebé feliz. Únicamente te altera el ir y venir de la Kika, tu mascota. Tu quieres engancharla pero ella, que sabe porque también es lista que la vas a tirar de los pelos, huye en cuanto te ve acercar la mano. Supongo que con el tiempo aprenderéis a soportaros mutuamente y a entenderos. De momento tu te sobresaltas cada vez que ella ladra y ella llora cuando tu lloras.
Mientras tanto..... tenemos unos voluntarios secuestrados en Mauritania de los que no sabemos nada, una saharaui que según Marruecos no es marroquí (cosa que no acabo de entender porque Marruecos afirma que El Sáhara es marroquí) que según España no se sabe muy bien que es y que si no hacen algo pronto no va a ser de ninguna parte, un Tribunal Constitucional que por lo que se ve ni esta ni se le espera, una ley de aborto libre y seguramente gratuito y un pseudoreferendum el domingo en tropecientos municipios catalanes sobre su autodeterminación que ni es legal ni deja de serlo.
De verdad: no sabes lo féliz que eres.

4/12/09

Mans,mans,mans; peus,peus, peus

Estoy de abuela canguro. No creas que es fácil. Una se piensa que si, que total ha criado dos hijos y los bebés sois bebés al fin y al cabo. Pero no.
Porque las cosas han cambiado.
No los bebés; las cosas.
Ahora, por ejemplo, os llevan a la piscina desde que tenéis un mes. Ya te hablé de ello.http://laquiti.blogspot.com/2009/10/estas-aprendiendo-flotar.html.

Hoy he ido contigo. Y lo siento, ha sido una mala experiencia. Para empezar el puñetero centro deportivo tiene unas escaleras de acceso que te cagas. Una piensa que para ser un centro dedicado a rehabilitación de ancianos y aprendizaje de bebés lo mínimo que debería tener es un acceso para minusválidos.
Pero no. Tengo que sacarte de la silla, bajar las escaleras y pedir al conserje que me ayude.

Una vez que baja tu silla esta se queda aparcada en la puerta y yo entro contigo. Te llevo a la sala de bebés y te desnudo. Te pongo tu "pañal anti escape" y te dejo allí a cargo de una cuidadora tumbado en una colchoneta y yo me voy al vestuario de nenas a ponerme el bañador y el gorro.
Ahora vuelvo a por ti. Entre que venías en el metro dormido y te he despertado para vestirte, que la temperatura es de 40º a la sombra y que yo voy con el gorro, me miras como diciendo: "Esto es el infierno, seguro".
Llega el momento piscina. Tu padre, que nos ha acompañado en este primer y último día con tu abuela, ha cogido el bañador en casa "por si me tengo que meter ". (Se le nota la confianza ¿o no?)
Entramos en el agua. La verdad es que no parece desagradarte. Hasta que la monitora empieza a dar instrucciones. Aquí empiezan los problemas. Ella lo hace muy bonito desde el borde de la piscina con una muñeco que debe pesar medio kilo. Pero tu pesas ¡nueve!. Cuando dice "soltar al nen (porque encima todo va en catalá) y recogerlo en el agua" vas y te me escapas de las manos al recibirte. ¡Hala.!, ¡al fondo de la piscina!. Tu abuela entra en pánico. ¿Que cujons es eso de que los bebés flotan?.... ¡Yunamierda!.... los bebés se hunden como una piedra.
Te agarro como un oso pescando peces (esa es la impresión que le ha dado a tu padre) y la monitora me regaña y me dice que te coja con suavidad. ¡Pero es que para mi que te estabas ahogando!.
Pasado el primer susto seguimos. Hay que rotar por la minipiscina mientras se hacen los ejercicios. Observo que no te asustan las inmersiones y que, desde luego, a la hora de ir a por el juguete que te gusta pones en movimiento los peus, las mans y todo lo que se tercie. ¡A ti te van a quitar un juguete!.
Ahora viene lo de moverte. "Mans, mans, mans; peus, peus, peus" canta la monitora, y tu abuela a coro con los padres de los otros bebés:"mans,mans,mans; peus, peus, peus" y pensando que demonis hace metida en una piscina en pleno mes de Diciembre y parlando catalá a su nieto que no sabe hablar ni catalá ni castellano.
He sacado dos conclusiones: que no te asusta la inmersión y que no te gusta nada hacer el muerto. Y una tercera: que en Las Canteras te enseño a flotar mucho mas fácil sin tantas instrucciones.
Tu padre dice que es que yo estaba muy tensa y no te inspiraba confianza. Alomejor. Pero luego te he dormido sin ningun problema en mis brazos. Algo confiarás en mí ¿no?.
Digo yo que el problema tal vez haya sido del idioma. Y es que tu abuela no parla catalá ni en la intimidad.